miércoles, septiembre 20, 2006

No todo puede ser gratis

Luego de montar, y luego de ver la tremenda inversión que el paseito había costado a su padre, José tomó la determinación de ganarse unos pesitos trabajando en uno de los juegos...



Así, ayudó a recoger las anillas, y mantuvo a los intrusos fuera del área de lanzamiento, FUERA!! ordenaba...



También demostró a los distintos participantes cuáles eran las argollas que daban más valor a los premios, etc.



en fin, un trabajo extenuante que lo dejó agotado...

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Dieciocho

Aprovechando algo de buen tiempo, porque hemos tenido unos vientos que se quieren morir, fuimos a las Bandurrias, donde había juegos criollos y para el deleite de José...caballos!!

 

Así, y luego de hacer una cola como de 10 minutos, y pagar la exhorbitante suma de 300 pesos, conseguimos este maravilloso ejemplar, al cual José se subió de inmediato y solo, no quizo que yo montara.

 

La travesía fue bastante buena, de acuerdo a lo planificado. de hecho, dimos 5 vueltas, lo que significó caminar junto a él por 15 minutos... cansa tener las manos arriba tanto rato saben...

 

Lo importante es que siempre se mantuvo firmemente agarrado a la tercera rienda y casi no necesitó mi ayuda... en fin, lo pasó muy bien posando a la cámara de la Angelita.

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miércoles, septiembre 13, 2006

95% Confirmado

Sip!, a pesar de no haber podido obtener un diagnóstico pleno al respecto, podemos decir que estadísticamente tenemos un 95% de posibilidades de que nuestro próximo retoño sea mujer.



Bueno, hay que dejar claro eso si, que desde chica será una señorita, ya que por más que Gonzalo, nuestro paleteado amigo médico, movió, sacudió e intentó por todos los ángulos posibles, ella no mostró lo que tanto ansiabamos ver...



en todo caso el 20 de diciembre sabremos de todas formas, Clínica Santa María y Wendito estaría llegando a Stgo. más o menos a mediados de Octubre.

Nuevas

Con el supuesto fin del invierno, digo supuesto porque el lunes en la mañana volvió a nevar, es tiempo de cambiar el ya tradicional gorro de polar, por uno más apropiado para la temporada estival que se aproxima... de esta forma, José aprovechó la oportunidad y se puso el primero que encontró, por cierto, que no le importó ni las hilachas que tenía, ni mucho menos las talla, que como pueden apreciar, es algo más grande que la de él.